Un chico durmiendo en la cama, debajo de el las sabana calientes, en medio del colchón con esponjas, después el perro con sus pulgas (que no murieron en la cama), al lado la guitarra soñando con las manos, después la salida que da al pasillo, el pasillo con las gradas, con la sala, con la cocina y el cuchillo, al instante el velador que no hace mas que mirar el armario de los abrigos, el cuarto de las lámparas, el silencio de los caminos, el piano fúnebre de los velorios, que punta al recibidor, donde esta la puerta, que da a la calle, que da el barrio, que da al mundo, que esta dormido porque es de noche, la noche que da al día, el día que da a los pasos, los pasos que dan al ruido, el ruido que da al milenio, el milenio a los años, los años al tiempo, el tiempo a las sillas porque sirven para esperar, la espera al escaparate, el escaparate a los semáforos, el semáforo al edificio, el edificio a la gente, la gente a los asesinos, los asesinos a los aprendices de asesinos, el aprendiz al crimen serial, la serie a búsquedas personales, las búsquedas personales a los rasgos, los rasgos a ti, tu y el cabello negro, tu y el maullido enfermo, tu y los ojos quietos, los ojos a las hendijas, donde se esconde el asesino, donde se burlan las memorias, donde no existe nada, la nada con la noche, la noche con el chico, el chico con su casa, la casa con su cuarto, el cuarto con el sueño, el sueño con tu recuerdo, tu recuerdo con la nada.

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