las cinco de la tarde en punto
las campanas cercenaron los besos
acariciaron sus manos cortadas
y gritaron al altar del silencio
A esa misma hora te dejaron de observar
los cobardes por las ventanas
que se dedicaban a cortejar las luces
de tus ojos tras la dulce morada
te convertiste en especialista, en penitente,
en lúgubre, profana, en fabrica,
en primario, comunion de mi pecado
A las cinco de la tarde en punto, donde desmenbraron
al santo, fue la hora en que me dejaste de ver
y te convertiste en mi sombra...
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