Se bien que todo es diferente
Que cada beso que se te cruza por la mirada, es un miedo y un desamor
Que cada vez que te tomo la mano críticas a mi sendero
Al tuyo, a la confusión, a las derrotas
A las malas compañías, a tus buenas compañías que comparadas con la mías se parecen a los santos llenos de iglesias y de milagros
Y soberbia como todo, vuelas desgastada en tus vértigos, en tus créditos
En tus nostalgias
Y deseas ser libre, ser tú, ser nadie más que un atentado hacia el deseo, hacia la desnudes
Hacia el pudor, hacia tu sexo, que se disfraza de algún vientre oscuro
De algún momento, libre, de alguna sensación de vacío, del reto de desangrar el pasado con miradas, que me lleven a la locura donde no haya más salida que ser un culpable, un cómplice un asesino, que te lleve a morir, a sentir, a destruirte
Y no me importa la negación o que me niegues, que delante de tu mundo sea un desconocido o peor un amigo, no importa sentirme vacío cuando huyes de mi brazo al sentirte comprometida por las vistas de conocidos o desconocidos, no me importan tus amantes, tus desamores, tus otros besos, tus otros quereres que se parecen al silencio, llenos de gritos gastados, no me importa, quedarme esperando a que me sepas tuyo, me importa quererte y que te dejes querer, quemarte y volverte ceniza, acariciar el contorno de tus muslos y que no lo puedas resistir y que con pasos de baile me hagas volar por tu sendero, pasado y comprado y hasta pasado de moda.
Solo se que lo bueno de los años son que curan las heridas, lo malo de tus besos son que causan adicción, lo malo de las tristezas son que engañan al corazón, y no se me engañado, o claudicado en ti, solo se me enamorado, y lleno de viseras nerviosas, se me queriéndote y saliendo por la ventana a escondidas, se me tuyo y a tu lado, aunque eso signifique verte del otro lado de la calle,
Y el tejado roto, y con goteras, deja ver unas pequeñas rendijas, en donde te espió cuando tu noche se vuelve oscura y se acurruca en ti, dándote calor, las gotas que caen son lágrimas de algún nocturno visitante que vagabundea por la calle corrientes, y que lee libros de Cortázar, para sacar frases y te piensa, dibujándote en papeles con letras más que con trazos y sabe perderse en ese abismo que es tu nombre decidiendo su destino hablando de tu persona.
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