Noa
No escribo canciones como quien va a la oficina. Si no se me imponen no lo hago. Pero costó mucho, porque yo pasaba por una rara y mínima felicidad doméstica, y allí las canciones que a mí me gustan, que son desesperadas, no crecen. el desamor, sin ninguna duda inspira. El amor es una cosa de maricones. La tranquilidad doméstica da otras cosas, como una cuenta bancaria y un matrimonio desapasionado, pero no da buenas canciones.
Uno espera que lo que hace sea diferente a lo anterior pero al cabo las canciones acaban pareciéndose. Uno no tiene derecho a tomarse a la ligera un oficio tan sagrado como escribir. Hay demasiada basura, demasiada banalidad. Si las canciones son malas es porque uno ya no da para más.
Si me encontrara conmigo mismo hace cinco años él me diría “sos un vendido” y yo le diría “eres un impresentable borracho”. Ese estilo de vida me permitió escribir canciones con intensidad, menos planificadas y más interesantes, por eso he tardado cuatro años en escribir lo que te escribo hoy, como ya he dicho, la tranquilidad doméstica no da buenas canciones como lo diria El sabina.
volver al sitio más razonables, ese era el plan, pequeños, humanos, pero ahora que ando en mitad de esta vida le estoy tomando mucho gusto, así que no sé si cumpliré mi palabra, la de acabar con mis venas a los cincuenta....Besos
0 comentarios:
Publicar un comentario