Una vez conocí a una mujer que llenaba de luz todos los rincones a los que se asomaba.
Conocí a una mujer que giraba todas las cabezas como girasoles buscando el sol de su mirada.
La conocí y era un catalogo de virtudes que se movía ligera seduciendo a mis sentidos, y que sonaba dulce y audaz comprometiendo mi deseo.
Conocí lo que nunca había buscado, ya se sabe que uno no busca lo que no existe... ¡pero que diablos! Existía y Yo la encontré
Yo lo encontré, le dirigí la palabra y me la devolvió, sencilla y alegre. Miré su rostro y se acercó, serenamente. Le di mi mano y la apretó, como jugando.
Fue entonces queme tire a sus labios y aún es que , hoy, sigo flotando en el sabor mas dulce que jamás volveré a probar si es que ella me faltara alguna vez.
Así es, conocí a una mujer y aún la conozco y la reconozco cada vez que llena todo de luz, cuando rompe las tinieblas de los bares oscuros y gira los rastros en su dirección y despliegas sus virtudes y todos arañan su presencia.
No sé que será de nosotrosde esa mujer y de mí.
Yo me deleito en el rumor de sus palabras, en el enjambre de su pelo, me dejo iluminar por su luzme muestro transparente, yo moriría entre sus brazos con media sonrisa sabiendo que yoque yo un día conocí a una mujer.
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